Yo también lo estoy... pero aun así me mantengo en pie e intento centrarme en aquello que vale la pena. No hay que tirar la toalla a la primera de cambio... lucha por lo que amas, no abandones por una simple discusión, cabreo o por algo que el tiempo transforme en una simple anécdota, porque esa anécdota te pesará toda la vida ya que creíste que era el fin del mundo. Y lo dice alguien que en ocasiones, incluida esta, se siente hundida, sin fuerzas y sin ganas de seguir aguantando.
Tu mundo se desmorona, el mio también, creemos una nuevo... demos sentido a nuestros deseos y anhelos, disfrutemos al máximo de lo que nos gusta y cuando estemos mal llevemos a nuestra mente a esos momentos felices. Lucha, pelea, busca tu lugar y no ceses en ello pero procura no abandonar a los que quieren estar a tu lado mano a mano, eso si, deja a los que sean una carga y no quiera seguir tu ritmo allí donde los encontraste, permanecerán en tus recuerdos pero no podrán seguir en tu vida. Y si necesitas llorar... llora... no todas las lagrimas resultaron ser amargas, además eso limpiará tu espíritu y tu corazón, te renovaran por dentro y por fuera, aunque ya parezca imposible, pero los pocos pedazos que quedan en tu interior aun pueden mostrar quien eres, se tu mismo, con la única condición de no fallar a los que siempre están.
Vive y deja vivir... el camino se hace al andar pero siempre podemos elegir por donde andarlo. No te prives de aquello que te apetece, aquí solo estamos de paso y todo aquello que no hagamos será irrecuperable...