Las vi y lloré en silencio,
aún estando abandonadas a su suerte
ellas deslumbraban con su presencia.
Su belleza era digna de alabanzas
a pesar, de que el polvo, empezaba a
amenazar su hermosa existencia.
Lúgubre lugar regentaban,
oscuridad efímera del alma,
¿cuantos llantos habrían presenciado?
¿cuanto dolor las habría acompañado?
¿cuanto tiempo? tiempo...
Por un momento me reflejé en ellas,
por un momento fui presa de su esplendor,
por un momento supe a ciencia cierta
que no importa donde, ni como, ni cuando,
ni si quiera el porqué... si no solo yo.
Ellas... tan hermosas decorando ese
lugar tan triste y oscuro, ese lugar tan
doloroso y hermoso a la vez...
Ese lugar dónde sólo hay un adiós,
ese lugar donde todos entran pero nadie sale...
Mi sitio, tu sitio, el de todos...
Las vi y lloré... Supe que ellas representaban
más de lo que mis ojos podían ver...
Supe, que en algún momento
yo seria como ellas...
Bellas, deslumbrantes, fuertes pero rodeadas
de tristeza, dolor y oscuridad... Tiempo...
Suspiré, volví a mirarlas...
Las observé, me deleite de su belleza
y dije adiós sin pensar en nada...
