Ahora diréis, ¿y esta de que va hoy? ¿a que viene todo esto? es sencillo, quiero hablar de lo que la sociedad ha creado y no en relación a mi introducción, sobre la violencia, la sangre y demás bestialidades, si no sobre el amor y el sexo.
Nos han educado para ser capaces de sobre vivir a una imagen violenta, a poder ver sin parpadear como alguien pega a otro alguien, a ver maltrato, a ver injusticias propias del ser humano, pero en cambio, parece (o esta más que claro) que ver o leer, sobre amor y sexo es un tabú.
¡Pero que hipócritas somos!
¿Nuestras mentes han sido educadas para disfrutar de la violencia y escandalizarnos por el sexo? ¡Pues si! es exactamente lo que esta pasando.
Ahora, llegados a este punto, podríais decir, si eres muy puritano, que ninguna de las dos cosas esta bien, de nuevo diré, ¡hipócrita!. Deberíamos empezar a enseñar a los niños, lo que es el respeto y la tolerancia. Enseñarles que hombre y mujer, ambos, son seres humanos por igual. Y sobre todo, enseñarles a "hacer el amor y no la guerra". (Recordad que hacer el amor no es exclusivamente hacer sexo).
Y por todo esto y mucho más... (no me extenderé en demasía), hoy quiero traeros un fragmento de mi libro, un libro que estoy escribiendo con mucho amor, y que si, contiene escenas de sexo explicitas. Así que si no te gusta el sexo o te produce pudor leer sobre él, te recomiendo que no sigas con la lectura.
¡ALERTA! CONTENIDO PARA ADULTOS:
En un suspiro Daniel ya tenía una de sus manos en la cintura de Iris y la otra se estaba aproximando a uno de sus pechos y antes de llegar se paró, ¿estaba dudando? Entonces Iris lo condujo hasta ella, pero por debajo de su camiseta. La acarició con sumo deseo, despertando en ella su parte más salvaje, así que se dispuso a quitarle la camiseta. ¡Dios! ¡que pedazo de hombre!, se dijo al levantarle la camiseta de Pantera que llevaba. Su cuerpo era perfecto, marcando lo justo o al menos a través de sus ojos era lo que creía y esos tatuajes que decoraban sus brazos y su torso... era para querer morirse en él, sí o sí. Poco a poco se fueron tumbando en la cama y él también empezó a desnudarla. Al principio Iris se resistió, sintió pudor de su cuerpo, ¿como podía mostrarse a él cuando había visto lo perfecto que era?. Entonces lo paró, lo paró todo e intento mediar palabra, por un momento su mente se llenó de pensamientos negativos, ¿que estaba haciendo?¿aprovechaba la ocasión y lo veía como a un polvo más o por el contrario se marchaba de allí corriendo? ¿y si luego se olvidaba de ella? ¿y si solo estaba siendo un juego para él? Su mente iba a mil por hora,
- Daniel, yo... no se, si esto esta bien...
- Si no estas segura de hacerlo, tranquila... no tienes porque... - Dijo Daniel incorporándose un poco.
- Bueno en realidad me apetece pero...
Daniel la miró y vio en sus ojos parte de sus dudas y entonces le dijo...
- Tranquila... yo ya te deseo...
Tras esas palabras Iris se dejó llevar y opto por la opción de disfrutar el momento...
Entonces siguieron besándose, con pasión, tumbados frente a frente, Daniel empezó a descender su mano por las curvas de Iris, su cintura, su cadera e introdujo la mano por el borde de su pantalón traspasando sus braguitas. Se sorprendió al notar que Iris estaba húmeda y lista para él. Empezó a buscar la satisfacción de ella, acariciando suavemente su sexo, dándole placer a cada roce. Iris empezó a gemir como nunca y se arrimo mas a él, fue entonces cuando noto la excitación de Dani. Su miembro estaba erecto y un poco apretado dentro de sus tejanos así que con toda su decisión le desabrocho los pantalones y también le introdujo la mano. Daniel reaccionó a tan dulce invasión. Entonces le quito los pantalones a Iris y se quito el los suyos quedando ambos desnudos frente a frente, sin tapujos ni secretos. Se abrazaron y siguieron besándose con dulzura y como si se conocieran de toda la vida, como si estuvieran hechos el uno para el otro. Él se separó un poco de ella y abrió el cajón de su mesita, saco un preservativo, lo abrió lo más rápido que pudo y se lo puso. Se subió encima de ella, apresándola, le abrió las piernas con mucha ternura, jugando con su cuerpo y la penetro con cuidado, despacio. Iris soltó un pequeño gemido, se sentía en el cielo, estaba haciendo el amor con su “Dios”, seguro que estaba soñando o era una broma o algo parecido, pero le daba igual, quería disfrutar ese momento como nunca, después ya volvería a la realidad, si eso.
Al principio sus movimientos fueron suaves y dulces y ambos disfrutaron de tan dichoso momento, pero poco a poco su excitación rebasaba los límites de la cordura y empezaron a hacerlo salvajemente. Las embestidas eran cada vez más rápidas y profundas y sus gemidos superaban un poco los decibelios permitidos así que Daniel la beso. Volvió a introducir su lengua y se entrelazo con la de Iris. Pero ella no podía seguir besándolo estaba a punto de tener el orgasmo más maravilloso de su vida, así que aparto la boca de la de él, y casi arañándole la espalda se corrió haciendo que él, segundos después de recibir su fuerza también se fuera con ella al cielo…
PRÓXIMAMENTE "CORAZÓN DE METAL"
Y que conste que el libro no es meramente sexual, trato temas musicales (metaleros, por supuesto), problemas cotidianos, violencia de genero y todo lo que conlleva simplemente LA VIDA.
